Con más de 25 años desde su creación, el Club de Productores encara sus próximos desafíos con confianza. El alineamiento de la demanda, la comercialización y la producción configura un círculo virtuoso en el que los consumidores toman posición en el cómo se han tratado los productos desde su origen. Consumidores conscientes exigen cadenas de suministros cada vez más rigurosas con el impacto medioambiental. Desde la finca al invernadero, los frutos y verduras reciben un cuidado a medida con el fin de mejorar la salud del suelo, aumentar la biodiversidad en los cultivos y reducir la dependencia de insumos químicos.
Además de beneficiarse de la práctica de la agricultura sostenible, los agricultores que mejoran la calidad del suelo reducen también los costos de producción. Luís Correia (Planicie Verde), ha comprobado un aumento de la producción en su finca:
“La práctica del residuo cero nos ha mostrado que es posible producir de un modo más eficiente. En Planície Verde, desde que empezamos a aplicarlo, producimos un 4 % más barato, tras cuatro años aplicando el protocolo ZERYA”.
Continente ofrece en sus lineales productos de temporada y de proximidad certificados, con la intención de, como explica Ondina Afonso, presidenta del ‘Clube de Produtores’:
“Ofrecer un producto mejor al cliente, respetando el principio de una mejor salud para personas, animales, plantas y medioambiente”.
Actualmente, son ya 12 productores certificados y 25 en proceso, lo que supuso en 2022 1.700 hectáreas y más de 200 explotaciones inscritas al programa. La intención es ofrecer los productos en todos sus puntos de venta y alcanzar las 7000 hectáreas certificadas para 2025 y un volumen superior a 25 mil toneladas de productos frescos.
Javier Arizmendi Ruiz de ZERYA nos explica:
"Para los productores, la agricultura libre de residuos implica una apuesta por la diferenciación, destacando este atributo dentro de la producción convencional".
Para la distribución, la agricultura libre de residuos ofrece garantías de seguridad y confianza. Las grandes redes son conscientes de los riesgos ligados a las alertas alimentarias desde la óptica de las ventas, así como de su reputación.
El creciente interés por una alimentación más saludable transforma al consumidor final en un aliado del productor sostenible que implanta estrictos protocolos fitosanitarios. Esto cobra mayor importancia tras la evolución de la conducta de los consumidores en la fase de superación de la pandemia y los confinamientos que hemos atravesado. Según un estudio realizado por CapGemini a finales de 2020 :