Que el consumidor sea cada vez más exigente con los cítricos está teniendo consecuencias en las envasadoras. Independientemente del tipo de cítrico de que se trate, los riesgos son los mismos. Si la fruta no satisface al comprador, la marca o comercio que se la ha vendido puede perder ventas futuras. Por ello, los comercios esperan que sus proveedores les ofrezcan un producto cada vez más perfecto. Algo sin duda complicado para una envasadora ya que el producto de entrada tiene calidades muy variadas y el de salida debe cubrir numerosos requisitos.
Para empezar, todos sabemos que tanto el estado de la piel de la fruta como su color, forma y tamaño afectan a su atractivo de venta. Asimismo, la experiencia del cliente final al consumirla depende de factores como la firmeza, textura y contenido en azúcar de la fruta. Para complicarlo todo un poco más, las preferencias del consumidor en cuanto a color y dulzor de la fruta varían de un mercado a otro.
Tradicionalmente, las envasadoras podían contentar a sus clientes envasando únicamente la fruta que sabían que cumplía los requisitos de calidad y rechazando aquella de calidad dudosa. Desafortunadamente esta estrategia generaba un desperdicio de fruta que reducía los beneficios de la envasadora. Ante esta tesitura, las envasadoras saben que podrían ganar más dinero si encontrasen la forma de asegurar la calidad y la cantidad requeridas, pero maximizando su rentabilidad. Esto supone un complicado equilibrio y que requiere un proceso de gran precisión.
Así, trabajar teniendo que hacer este encaje de bolillos implica asumir un riesgo increíblemente alto. Las exportaciones globales tienen hoy un valor anual de más de 7000 millones de dólares, cifra que va en aumento. En los mercados más consolidados son cada vez más los consumidores que consumen alimentos más sanos, naturales y ricos en vitaminas, lo que hace que aumente la popularidad de los cítricos. En los mercados emergentes, es cada vez mayor la clase media que destina más dinero a su alimentación. Además, hay una creciente tendencia a utilizar los cítricos como condimento y colorante en bollería, pastelería y bebidas a base de fruta. Por todo ello, se prevé que la venta de cítricos siga aumentando su valor a un ritmo anual del 4 %. De tal forma que en 2030 las exportaciones de este producto alcancen un valor de unos 10 000 millones de dólares.
No obstante, todo esto no significa un aumento automático de la rentabilidad de las envasadoras. De hecho, el sector avanza con dificultad.
Para los productores, el mayor problema puede ser el cambio climático, que está provocando mayores variaciones estacionales en la producción y calidad de los cultivos. En muchas zonas, también existe el peligro del enverdecimiento de los cítricos (también conocido como HLB o enfermedad del dragón amarillo), que agría la fruta y mata al árbol en tan solo unos años. A principio de los 2000, el HLB devastó muchas plantaciones de cítricos en Florida, EE. UU., y la enfermedad acabó con millones de hectáreas de cítricos en todo el mundo. Las medidas preventivas pueden ser eficaces, pero requieren una vigilancia constante, reducción de la producción y aumento de costes.
Para envasadoras y reenvasadoras, los problemas también llegan desde distintas direcciones. Mientras las expectativas de calidad siguen aumentando, la creciente variabilidad de los cultivos va en la dirección opuesta. Por este motivo, tanto la clasificación como el calibrado resultan fundamentales. Por otro lado, las empresas de cítricos ven cómo cada año es más difícil encontrar y mantener trabajadores capaces de realizar estas actividades. Además, los crecientes costes de mano de obra, de energía y demás recursos esenciales incrementan la necesidad de maximizar producción y beneficios. Ahora es más importante que nunca que cada pieza de fruta se clasifique y calibre correctamente.
Por otro lado, los comercios necesitan diferenciarse por la calidad de sus productos. Al ser los consumidores cada vez más selectivos, los mercados de exportación solo pagarán buenos precios por productos de la máxima calidad. Por otro lado, el consumidor se decanta por aquellos que se toman en serio la sostenibilidad. De esta manera, las envasadoras asumen otra obligación más: implantar una estrategia de reducción del desperdicio de alimentos.
El lado positivo es que las envasadoras pueden aprovechar estos problemas. La respuesta a muchos de los retos de envasado actuales la ofrecen las máquinas de última generación de clasificación óptica y calibrado. Estas soluciones automatizadas son mucho más precisas y uniformes que la clasificación y el calibrado manual. Permiten que las envasadoras cumplan los estándares exigidos, independientemente de la calidad del producto de entrada. Abren la puerta a clientes nuevos que buscan producto de la máxima calidad. Y ponen fin al costoso hábito del desperdicio de alimentos.
TOMRA Food es el líder mundial en fabricación de máquinas de clasificación óptica y calibrado para el sector alimentario. La eficacia sin igual de las soluciones TOMRA es resultado de la importantísima inversión que la empresa dedica a investigación y desarrollo, su arraigada cultura de innovación y décadas de trabajo codo con codo con procesadoras y envasadoras, que le han permitido entender los retos a los que se enfrentan sus clientes. TOMRA además concibe la relación con sus clientes como un proceso de colaboración en el que ambas partes participan en el diseño de soluciones nuevas.
En el sector de los cítricos, las soluciones TOMRA ya operan en EE. UU., Europa, Australia, Sudáfrica, Norte de África, Sudamérica y Asia. Tan solo en California, la empresa instala hasta 200 líneas nuevas en envasadoras de cítricos al año. Y, si bien opera en todo el mundo, la empresa se centra en ofrecer el mejor soporte al cliente a nivel regional. Y, si bien es cierto que TOMRA suministra soluciones para las mayores empresas del sector, incluida la mayor envasadora de cítricos del mundo, que cuenta con más de 200 líneas, también trabaja con muchas pequeñas empresas que apenas tienen una o dos líneas.
Son tres las soluciones TOMRA idóneas para los cítricos: la clasificadora y calibradora Spectrim, conocida desde hace tiempo por ser la pionera en cuanto a sistemas de calibrado y detección de manchas; Inspectra², una solución no invasiva para calibrado interno; y la plataforma de clasificación de fruta más avanzada del sector, la TOMRA 5S Advanced.
La clasificadora y calibradora Spectrim es la plataforma de calibrado de productos frescos más potente del mundo, y cuenta con iluminación uniforme, imágenes potentes, dos ondas de infrarrojos, y machine learning. La Spectrim clasifica y calibra defectos pequeños y grandes, incluidas imperfecciones superficiales, daños producidos por insectos, frutas con forma irregular, arañazos y abrasiones. Además, puede detectar defectos del producto difíciles de ver, incluida la podredumbre clara del cítrico. Los parámetros de clasificación pueden configurarse según distintos niveles de defectos. De esta forma podrá llevarse a cabo una correcta selección y calibrado según las exigencias de cada mercado.
Muchas envasadoras de todo el mundo se benefician de contar con una Spectrim. Una de ellas es Agricola Cerro Prieto, que exporta fruta a todo el mundo desde Perú. Su Jefe de operaciones es Ricardo Acha, que nos cuenta lo siguiente:
«Para nosotros, la tecnología tiene una importancia vital y, gracias a los avances constantes [realizados por TOMRA], podemos procesar volúmenes mayores. Gracias a la Spectrim, prácticamente hemos doblado nuestros volúmenes».
La plataforma Inspectra² de calibrado de defectos internos usa un espectrómetro de infrarrojo cercano, útil sobre todo para detectar el grado Brix de la fruta, y ofrecer otra información importante sobre las propiedades de la fruta relevantes para productores y envasadoras de cítricos. Estas opciones de detección ayudan a controlar y garantizar una calidad homogénea en el producto que se suministra, asegurarse de destinar al mercado correcto fruta con el sabor deseado, y ayudan a los productores a ajustar su forma de trabajo en el campo para optimizar la calidad interna del producto.
Pieter Nortje, propietario de la plantación de cítricos, Sitrusrand, que se extiende 60 km en el valle del río Sundays, en la región de Cabo Oriental, Sudáfrica, afirma:
“Spectrim e Inspectra², han generado nuevas oportunidades sobre todo por el calibrado según el grado Brix de la última. La Spectrim ofrece un calibrado de gran calidad, con un mínimo periodo de inactividad, por lo que también ofrece uniformidad de entregas. Las máquinas TOMRA son fundamentales para que cada caja cuente con fruta de la calidad adecuada con el sistema de trazabilidad correcto».
La TOMRA 5S Advanced, lanzada al mercado en 2021, aprovecha el alto rendimiento de la clasificadora Multi Lane, de Compac (TOMRA compró Compac en 2016), pero cuenta con un rediseño total. Además de analizar con una precisión sin igual, esta clasificadora manipula el producto de la forma más cuidadosa del sector. Además, ofrece una limpieza y un mantenimiento excepcionalmente sencillos. El software especializado de la máquina, con programas para la mezcla de elementos, optimización del proceso de envasado y control de la producción, asegura la eficiencia de la línea. Todas estas funciones se controlan fácilmente mediante la intuitiva interfaz gráfica de usuario que tiene la clasificadora.
La TOMRA 5S Advanced cuenta con compensador dinámico de línea para que la fruta se distribuya de forma uniforme por todas las líneas de la clasificadora. La máquina, que no necesita operario, ajusta de forma automática su funcionamiento según los datos de su interfaz con el software Sizer. Sin el compensador dinámico de línea, casi todas las máquinas tendrían menor llenado en las líneas exteriores. Gracias a él, se aumenta significativamente el rendimiento en el mismo número de líneas en comparación con otros sistemas.
Özler Tarim es una de las muchas procesadoras que ha experimentado una mayor productividad y calidad con la TOMRA 5S Advanced. Se trata de una empresa turca líder en exportación de cítricos con 35 años de historia. En palabras del director general de la compañía, Özbek Özler:
«Calculamos que podría invertir en una segunda máquina [TOMRA 5S] en dos o tres años, según los resultados que nos diese la primera. Pero quedamos tan contentos que encargamos la segunda máquina a los tres meses de la primera compra. Gracias a la inversión en tecnología TOMRA, en tan solo un año, hemos doblado la capacidad de Özler Tarim».
Según la productora de cítricos china, Xiangjia Juyou, al combinar dos máquinas se puede lograr que»la suma de uno más uno sea más que dos». La empresa está ubicada en Hunan. Instaló en 2021 dos líneas de clasificación y envasado TOMRA de seis líneas para aumentar su productividad hasta las 100 000 toneladas de cítricos al año y además suministrar productos a mercados con distintas exigencias de calidad. Según Jia Kaijun, Directora del Departamento de Frutas en Xiangjia Juyou:
«A nivel externo, se evalúa la fruta según color, defectos e imperfecciones de la piel provocadas por enfermedades e insectos. A nivel interno, la fruta se clasifica según grado de Brix y su acidez. Esta clasificación tan precisa nos permite establecer estrategias de venta adaptadas».
Otra solución técnica innovadora es la plataforma de datos basada en la nube TOMRA Insight. Lanzada en un primer momento para líneas de procesamiento y envasado en otras categorías de alimentos, se prevé que se implante en las próximas temporadas en envasadoras de cítricos. TOMRA Insight permite convertir las máquinas de clasificación en el epicentro digital de las operaciones de clasificación y envasado.
Una de las ventajas es que TOMRA Insight accede a los datos de la máquina. Esto abre la puerta a una completa trazabilidad del producto desde su recogida hasta su envasado. Otra es que los operarios de la máquina pueden responder de forma fácil y rápida a los datos que obtienen en tiempo real y mejorar así la eficiencia de la línea. Asimismo, el análisis de históricos de datos puede permitir mejorar la eficiencia de la línea y el suministro de materias primas.
Las envasadoras que sean capaces de aprovechar esta información y los datos para la toma de decisiones, en lugar de basarlas en su experiencia previa e instinto tomarán decisiones operativas y estratégicas más fundamentadas. Y finalmente destacar que, al igual que ocurre con las mejores soluciones de clasificación y calibrado, TOMRA Insight permite fortalecer la competitividad de la envasadora y potenciar su progreso, incluso en unas condiciones de mercado complejas.
TOMRA Food diseña y fabrica máquinas de clasificación basadas en sensores y soluciones integradas de postcosecha que transforman la producción mundial de alimentos para maximizar la seguridad alimentaria y minimizar el desperdicio de estos alimentos, asegurándose que «Every Resource Counts (Cada recurso Cuenta)». Entre estas soluciones se encuentran el calibrado, clasificación, pelado y tecnología analítica avanzados que ayudan a mejorar la rentabilidad y lograr mayores eficiencias operativas, y asegurar un suministro alimentario seguro.
La empresa tiene más de 12.800 unidades instaladas por todo el mundo en productores, envasadores y procesadores de dulces, fruta, fruta deshidratada, cereales y semillas, patatas, proteínas, frutos secos y verdura.
TOMRA Food cuenta con centros de excelencia, oficinas regionales y plantas de fabricación en EE. UU., Europa, Sudamérica, Asia, África y Australasia.
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