El secado de la uva es una costumbre milenaria que se viene practicando desde la antigüedad. Como resultado, se obtienen las pasas, una fruta deshidratada que sigue ganando cada vez más popularidad entre los consumidores en todo el mundo. Hablamos de un negocio que ronda anualmente los 1.800 millones de dólares y las previsiones de los expertos son positivas. Se espera que el mercado supere los 2.315 millones de dólares para el 2030, según un informe elaborado por la firma Market Research Future.
Turquía, con aproximadamente un tercio del mercado internacional, continúa siendo el principal productor de pasas del mundo, por delante de Estados Unidos e Irán. Chile y Argentina se sitúan en el séptimo y noveno lugar respectivamente.
En el caso concreto de Argentina, el país exportó 887 millones de pasas de uva orgánica en el 2021. Se trata de un aumento del 40,8 % respecto al año anterior, según un estudio publicado por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). En la actualidad, Brasil continúa siendo el principal destinario de las exportaciones locales, y uno de los retos de los productores y plantas procesadoras es aumentar sus ventas en otros grandes mercados como Alemania, Países Bajos, Estados Unidos o Austria. Para eso todavía queda mucho trabajo por hacer y la automatización es esencial. En palabras de Joao Medeiros, Area Sales Manager de TOMRA Food Argentina y Brasil:
“Las procesadoras de uvas pasas necesitan invertir en tecnologías de última generación para optimizar su proceso de clasificación y mejorar aún más la calidad de su producto final. De esta manera, podrán aumentar sus exportaciones y conquistar nuevos mercados. En TOMRA Food sabemos cómo ayudarles”.
En el caso concreto de Chile, el país exportó uvas pasas por un valor total de 127,4 millones de dólares en el conjunto del 2021, según un informe publicado por la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias de Chile (Odepa). Los principales destinatarios de las exportaciones locales siguen siendo Estados Unidos, Países Bajos y Perú. Uno de los principales desafíos de los exportadores de pasas locales es recuperar terreno en un mercado tan importante como Brasil, que importa anualmente casi toda su demanda. Un jugoso mercado que mueve anualmente 45 millones de dólares y en el que Chile ha ido perdiendo posiciones en los últimos cinco años frente a otros grandes productores como Turquía o Irán. Según Carlos González, Area Sales Manager de TOMRA Food Chile:
“Las pasas chilenas se han ganado su lugar en los mercados internaciones gracias a su gran tamaño y su calidad, una ventaja competitiva que no se puede dejar pasar por alto. Para ser más agresivos en países como Brasil, los productores locales deben apostar por sistemas de clasificación más avanzados que les ayuden a mejorar la productividad y obtener un producto final de mayor calidad. En TOMRA Food sabemos cómo ayudarles”.
TOMRA Food ofrece una amplia gama de clasificadoras basadas en sensores que han sido la clave del éxito turco, el principal exportador de pasas del mundo. Tal es el caso de la empresa Tuğrul Tarım, que lleva desde 1996 confiando en las soluciones que ofrece TOMRA y recientemente adquirió la nueva clasificadora TOMRA 5C. Los últimos y sofisticados avances tecnológicos ofrecen una precisión de clasificación aún mayor, mejoran el rendimiento de la planta y aumentan la producción, lo que significa que también mejoran la rentabilidad de Tuğrul Tarım. Emre Tuğrul, Director General de Tuğrul Tarım, afirma:
“Dado los ingentes volúmenes de pasas procesadas en Turquía, la automatización es esencial. Con los métodos tradicionales del pasado, procesábamos alrededor de 3 toneladas por hora. Ahora, con nuestros equipos de TOMRA Food, procesamos 13 toneladas por hora y 100 toneladas por día. Gracias a las tecnologías de TOMRA, nuestra capacidad anual asciende a 45 000 toneladas, y la calidad de nuestros productos ha alcanzado el nivel óptimo”.
La TOMRA 5C da respuesta clara a los mayores retos que afronta la industria de frutas y frutos secos: mano de obra, seguridad alimentaria, capacidad de producción y calidad de los productos. La TOMRA 5C combina sensores líderes del sector con el Machine Learning y análisis del Big Data para asegurar la expulsión más precisa posible de material extraño. Con la TOMRA 5C, el operario puede ver claramente todos y cada uno de los productos y detectar todos los objetos de materiales extraños. Así, los procesadores pueden tomar decisiones en tiempo real que optimicen el beneficio, mejoren la rentabilidad y se logre una amortización más rápida del equipo. El equipo está diseñado para procesar sin dificultad grandes volúmenes de frutos secos. Esto reduce enormemente la necesidad de mano de obra y maximiza la cantidad de producto de alta calidad obtenido. Los procesadores pueden así minimizar los costes de manipulación, reprocesamiento y mano de obra. Carlos González explica:
“En TOMRA Food afirmamos que Cada Recurso Cuenta. En este caso, “Cada Pasa Cuenta”. Nuestros láseres de alta resolución de última generación de la TOMRA 5C son además capaces de detectar los defectos más pequeños (como piel rota, uvas sin madurar y podridas). Esto permite maximizar el producto apto para la venta reduciendo al mínimo el desperdicio y ayuda así a los productores a aumentar su capacidad”.
Emre Tuğrul, comenta:
“En las pruebas realizadas con la TOMRA 5C, observamos que la máquina ofrecía un alto rendimiento en la clasificación de materiales extraños, como plástico y piedra, que suelen ser un problema en el caso de las uvas. Es más, utilizando esta máquina, no se desperdicia nada de producto. Gracias a su precisión de clasificación, no tenemos que descartar productos de baja calidad, sino que podemos venderlos para usos alternativos, como melaza, vinagre y alcohol”
La tecnología TOMRA está en constante desarrollo. Para eso la compañía invierte un 8% de sus beneficios en I+D y trabaja codo con codo con las empresas del sector para mejorar el proceso de las empresas procesadoras. Los últimos desarrollos de la compañía están empleando tecnología de rayos x que permite mejorar aún más la detección de materiales extraños densos como piedras, metales, perdigones y vidrios para eliminarlos del proceso.