TOLSMA-GRISNICH, especialista en el almacenamiento y procesado de patatas, explica los beneficios de esta tecnología
Una vez almacenadas, las patatas deben mantenerse a una temperatura constante, lo que requiere de un sistema de ventilación efectivo. El enfriamiento mecánico garantiza el poder mantener una temperatura de almacenamiento extremadamente precisa.
Una correcta ventilación y enfriamiento aseguran que se mantenga una temperatura óptima en los lotes de patatas durante los períodos con noches más cálidas y cuando se acerca la temporada de verano. Esto beneficiará tanto la calidad como el volumen de toneladas de producto que se entregará. Además, garantiza que sean lotes más homogéneos y secos (sin condensación) por lo que seguirán siendo resistentes a la germinación durante un período de tiempo más largo. El enfriamiento mecánico es por lo tanto esencial para los productores de patatas debido a la prohibición del CIPC.
Menor uso de inhibidores de la germinación
Si se usa enfriamiento mecánico para mantener las patatas a una temperatura constante, se puede reducir el empleo de inhibidores de la germinación. Para ello,
TOLSMA-GRISNICH recomienda que consulte con su proveedor las diversas propiedades de los inhibidores de la germinación y métodos de aplicación más adecuados.
No es necesaria una temperatura muy baja
Un almacenamiento a temperatura muy baja no siempre es mejor. Las bajas temperaturas pueden favorecer la formación de azúcares, lo que lleva a un deterioro en la calidad de la fritura. Los tubérculos tienen una temperatura óptima que permite que la respiración de las patatas se mantenga a mínimos. Si la temperatura baja demasiado, las patatas comenzarán a producir calor, causando una pérdida de peso innecesaria.