Las nuevas instalaciones de última generación cuentan con más de 6000 m2 de superficie y aportan toda la flexibilidad que Golden West necesita
Además, cuenta con un sistema de integración vertical y de automatización que ayudarán a la empresa a duplicar su producción, reducir los costes laborales y atraer a más y mejores clientes
A mediados de la década de los 2000,
Troy Seward abandonó sus planes de convertirse en arquitecto para hacerse cargo de la finca familiar y, durante este tiempo, su producción ha pasado de 364 ha a 890 ha, aproximadamente. Actualmente, Golden West es una de las empresas líderes en el cultivo, envasado y comercialización de cebollas en Estados Unidos.
Durante el invierno de 2017, unas fuertes nevadas provocaron el derrumbe de seis de los edificios de la empresa, incluida su almacén de confección. Por ello, se puso en marcha un plan de expansión a largo plazo.
Golden West contactó con múltiples empresas para buscar la solución que mejor se adaptase a sus necesidades de almacenamiento, procesado y envasado, pero solo
TOLSMA fue la elegida.
“En el momento en el que se derrumbaron las instalaciones, llamé a Dim Jan”, dice Seward.
“Los quería en mi equipo por su experiencia internacional. Primero diseñaron la línea, teniendo en cuenta nuestras necesidades. Luego la nave, que nada tenía que ver con un edificio convencional. Me gustó que se centraran en la cebolla, no solo en el aire de la instalación de almacenamiento”, explica Seward.
La capacidad de Tolsma para colaborar, su servicio, experiencia mundial, la proximidad del almacén y las piezas en Boise fueron clave. Seward remarca que cada vez que necesitaba algo, Tolsma estaba allí con una solución.
“Cada envasador hace las cosas de manera diferente”, explica Seward.
“Todos ponemos cebollas en una bolsa. Crecemos y compramos, pero queremos la máxima flexibilidad en nuestra línea. Quiero poder cambiar los colores y la variedad en cualquier momento”.
Las nuevas instalaciones de última generación cuentan con más de 6000 m2 de superficie y aportan toda la flexibilidad que Golden West necesita. Además, cuenta con un sistema de integración vertical y de automatización que ayudarán a la empresa a duplicar su producción, reducir los costes laborales y atraer a más y mejores clientes.
“Hay que mantener al días nuestras instalaciones para poder pasarlas al siguiente nivel”, explica Seward.
Se trata de la primera instalación de este tipo en la región que rinde homenaje al legado familiar de la familia Seward y a la formación arquitectónica de Troy. Como muchos productores, Troy comenzó sin nada. Ahora se encuentra controlando la empresa de almacenaje y procesado de cebollas más sofisticada de Idaho.
“Estoy muy orgulloso de nuestra herencia. Quiero preservar la historia y seguir adelante. Se trata de dejar huella”.