Durante el almacenamiento a largo plazo, la fruta puede perder su aroma debido a condiciones de conservación inadecuadas, estado de madurez, lesiones, tratamientos previos o posteriores a la cosecha, e infecciones por patógenos (como la podredumbre). Se estima que hasta un 10% de las frutas y hortalizas se pierden durante este proceso, lo que genera pérdidas económicas significativas, alcanzando los 6,1 millones de euros a nivel mundial.
Para optimizar el almacenamiento a largo plazo de productos agrícolas frescos, la industria requiere de soluciones que permitan: una detección temprana y más precisa de la degradación y el deterioro de los alimentos, una gestión y control más eficiente y automatizado de las condiciones atmosféricas de almacenamiento, la reducción de pérdidas durante el proceso y la prolongación de la vida útil de los productos, preservando su calidad.
En 2017, Storex, en colaboración con un consorcio de socios académicos y comerciales, comenzó a desarrollar un sistema de medición de gases para detectar volátiles a nivel de partes por millón (ppm) en cámaras de almacenamiento con Atmósfera Controlada. El sistema Next Generation permite medir simultáneamente y en tiempo real diversos gases traza asociados con procesos específicos que afectan la calidad de la fruta. Cuando se detectan condiciones de almacenamiento o procesos alimentarios desfavorables, el sistema emite alertas automáticas, lo que permite intervenciones oportunas y efectivas por parte de los usuarios.
El principio de la tecnología se basa en espectroscopia. Cada día se toma una muestra de gas de la cámara de conservación y se recoge en una celda de absorción. Cada gas tiene una longitud de onda específica en la que absorbe energía. A través de un algoritmo, se identifica cada gas en la muestra y se calculan sus concentraciones. Los resultados de las mediciones diarias se almacenan en la nube y se visualizan como tendencias, permitiendo detectar rápidamente desviaciones y realizar intervenciones para evitar más pérdidas o deterioro.
Este sistema innovador representa un avance clave en la conservación de productos agrícolas frescos, mejorando la eficiencia en el control de calidad y reduciendo las pérdidas económicas asociadas al almacenamiento prolongado.