Al abordar la necesidad de una amplia reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), StePac, L.A. Ltd. analizó las cadenas de suministro con las que está estrechamente relacionado para evaluar cómo su avanzado empaque preserva la calidad de los productos frescos durante la manipulación, el envío y el almacenamiento, y al hacerlo reduce los residuos y ahorra emisiones de GEI.
Los expertos en envasados para extender la vida útil de forma sostenible encargaron a los investigadores de Wageningen Food & Biobased Research, Países Bajos, que cuantificaran las emisiones de GEI asociadas con el uso de sus productos de atmósfera modificada (MAP) en numerosas cadenas de suministro en todo el mundo. Los resultados superaron las expectativas, y los productos MAP demostraron capacidades para reducir drásticamente las emisiones de CO2.
La reciente oleada de fenómenos meteorológicos en diversas partes del mundo, desde sequías paralizantes hasta olas de calor en Europa, ha llevado las preocupaciones sobre el cambio climático al primer plano entre las que manifiestan tener los consumidores. Las emisiones de CO2 son reconocidas como los principales GEI implicados en el cambio climático.
Además, el desperdicio de alimentos es una segunda gran preocupación de los consumidores ecologistas de hoy en día. No obstante, pocas veces se vincula el impacto del desperdicio de alimentos sobre las emisiones de GEI.
Jan Broeze, PhD, científico principal de cadenas alimentarias sostenibles en Wageningen Food & Biobased Research, ha desarrollado una calculadora «del campo a la mesa» para estimar las emisiones de efecto invernadero asociadas con diferentes aspectos de la producción y el envío de productos frescos.
Los cálculos tuvieron en cuenta las emisiones de GEI asociadas con las diferentes soluciones de envases de plástico a lo largo del ciclo de vida. También, se incluyó su el final de la vida útil (incineración, vertedero y reciclaje). También incluyó datos proporcionados por StePac relacionados con la reducción de desechos basados en la investigación y la experiencia comercial. Se examinaron nueve escenarios, incluidos melones de Honduras al Reino Unido (Xtend® Bulk), arándanos de Perú a China (Xflow™), fruta de hueso de España a Brasil (Xtend Bulk) y brócoli enviado a nivel nacional en Brasil (Xgo™ Retail).
En primer lugar, los resultados mostraron que las emisiones de GEI relacionadas con la producción, el uso y el final de la vida útil de los plásticos son relativamente pequeñas en comparación con otras emisiones de GEI a lo largo de la cadena de suministro de alimentos. Por ejemplo, en el envío de melones de Honduras al Reino Unido, el cultivo, la cosecha y el manejo poscosecha representaron el 41 % de las emisiones totales de GEI de 701 kg CO2/tonelada de melones.
El transporte representó el 48% de las emisiones de GEI. El embalaje Xtend representa solo el 3% de las emisiones totales de CO2 y el final de la vida útil, el 1%. No obstante, contribuyó significativamente a reducir las emisiones de CO2 al minimizar los desechos. Esto se comprobó en todos los escenarios evaluados.
Por ejemplo, un envío de melones Galia y Cantaloupe sin envolver desde Honduras al Reino Unido duró más de 25 días y se produjo un 18% de desperdicio. Debido a su baja tasa de transmisión de vapor de agua (WVTR), los envases de polietileno con propiedades MAP no son adecuados y pueden generar más del 12,5 % de desperdicio. Esto se debe, principalmente, a la descomposición microbiana. El uso de envases Xtend con niveles WVTR relativamente altos eliminan el exceso de humedad por lo que se reducen los residuos en el transporte marítimo a menos del 3,5 %.
Esta reducción de residuos representa un 6% menos de las emisiones de GEI, en comparación con los envases de polietileno. Es decir, 940 kg equivalentes de CO2 por contenedor cargado con 20 toneladas de melones. En términos tangibles, enviar cuatro contenedores de melones en Xtend ahorra las emisiones anuales de CO2 equivalentes que produce un vehículo promedio, estimado en 3020 kg.
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