El proyecto SAFEFOOD pretende, a través de nuevas herramientas tecnológicas, mejorar el control de los indicadores de la calidad microbiológica de alimentos en las líneas de producción y de microorganismos específicos en laboratorios
AINIA está investigado la aplicación de nuevas herramientas tecnológicas para reducir los tiempos en la detección de peligros microbiológicos en alimentos. Así, el proyecto SAFEFOOD pretende ayudar a las empresas a reforzar sus programas de autocontrol en materia de inocuidad alimentaria, aumentando así la protección de los consumidores.
En concreto, se está estudiando la aplicación de tecnologías fotónicas para el control de indicadores de la calidad microbiológica en las líneas de producción y de biosensores, para el control de microorganismos específicos en laboratorios.
La primera innovación planteada consiste en aplicar la visión hiperespectral al control microbiológico de los alimentos. El objetivo es desarrollar un sistema para la estimación, en tiempo real, de grupos microbianos indicadores que puedan reflejar la condición microbiológica general de un alimento.
“Estos indicadores pueden aportar una visión de la presencia de microorganismos en ingredientes, productos y entorno más amplia que los análisis realizados a la busca de organismos específicos”, señala José Belenguer, de Tecnologías de automatización de procesos y sensores espectrales de AINIA.
“El objetivo es seguir investigando en nuevas tecnologías que permitan desarrollar sistemas más rápidos para el control microbiológico de los alimentos con los que mejorar la seguridad alimentaria”, ha destacado José Belenguer.
Para ello, se han seleccionado diversos materiales sobre los que se han inoculado microorganismos aislados de alimentos en distintos niveles. Estas muestras han sido medidas con la tecnología de visión hiperespectral y correlacionadas con los resultados de los análisis de referencia en el laboratorio. Las conclusiones de este estudio servirán de base para el desarrollo de un prototipo para la estimación en línea de indicadores de la calidad microbiológica de los productos cárnicos mediante visión hiperespectral.
En concreto, la visión hiperespectral es una tecnología que combina la espectroscopía y la visión artificial, por lo que permite medir simultáneamente tanto las características externas de naturaleza física, como las internas de naturaleza química.
En paralelo a estos trabajos, AINIA está investigando en la tecnología de biosensores acústicos para la detección rápida y sin necesidad de marcadores de microorganismos específicos.
Los biosensores son dispositivos que utilizan reacciones bioquímicas, en las que intervienen receptores biológicos como enzimas o anticuerpos, y transductores de señales (ópticas, eléctricas o acústicas, entre otras) para detectar compuestos químicos.
“Aunque sus principales nichos de mercado son los sectores farmacéutico y médico, existen diversas aplicaciones para el control de la calidad y la inocuidad en el sector agroalimentario, tales como el control de procesos fermentativos, la medida de compuestos de interés (azúcares) o la detección de contaminantes (plaguicidas)”, añade José Belenguer.
AINIA validará los resultados de este proyecto en colaboración con empresas agroalimentarias de la Comunitat Valenciana. El sistema de visión hiperespectral para el control de indicadores microbiológicos en productos cárnicos, mientras que el sistema biosensor para la detección de Listeria monocytogenes en muestras de productos vegetales.
SAFEFOOD es un proyecto de I+D propia de AINIA en el que colaboran Elaborados Cárnicos Medina, Distribuciones Juan Luna, Monvital, Gufresco, Verdifresh y Awsensors. Esta actuación cuenta con el apoyo del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) y la financiación del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
https://youtu.be/BR4H0oxs5lgSobre AINIA
AINIA es un centro tecnológico constituido en 1987 como asociación privada sin fines lucrativos. Con 35 años de experiencia, trabaja para impulsar la competitividad de las empresas a través de la innovación. Es uno de los centros tecnológicos europeos con mayor base social empresarial, con más de 700 empresas asociadas y más de 1.500 clientes. Su sede central está en València (España).