Tecnología poscosecha para hacer frente a los retos de la exportación de manzanas

La temporada 2025 de manzanas ya está en marcha, y todo indica que será un año clave para consolidar la calidad y eficiencia en la exportación. Con una producción que ha sorteado desafíos climáticos moderados y una demanda internacional que mantiene un ritmo estable, los productores enfrentan el reto de responder a mercados cada vez más exigentes en términos de frescura, sustentabilidad y optimización logística.

En los huertos, la temporada ha avanzado sin mayores sobresaltos, permitiendo un desarrollo óptimo de la fruta en términos de tamaño, color y firmeza. Sin embargo, el equilibrio entre la oferta y la demanda será un factor determinante en la comercialización. En mercados tradicionales como Europa y Estados Unidos, la demanda se mantiene estable, pero sin grandes crecimientos, mientras que Asia se presenta como un destino más dinámico, con consumidores que valoran la calidad, la presentación y las prácticas sustentables en la producción y poscosecha.

El pulso de los mercados y las proyecciones para la industria

A nivel global, la comercialización de manzanas se ha visto influenciada por distintos factores, desde los costos logísticos hasta la variabilidad climática en las principales zonas productoras. En Sudamérica, el ajuste de la oferta debido a eventos climáticos ha generado expectativas de precios estables, siempre que la demanda acompañe. En Norteamérica y Europa, la competencia con productores locales sigue siendo un desafío, por lo que la diferenciación basada en frescura y calidad es clave para sostener las exportaciones.

Los consumidores han cambiado sus hábitos de compra en los últimos años, inclinándose por productos con menor impacto ambiental, y menores residuos plásticos. Este cambio de tendencia ha llevado a la industria a buscar soluciones que no solo extiendan la vida útil de la fruta, sino que también respondan a exigencias ambientales y de reducción de desperdicio.

Tecnología poscosecha como herramienta estratégica

La tecnología de postcosecha juega un papel fundamental. Paclife ha desarrollado soluciones avanzadas que permiten a los exportadores mantener la frescura y calidad de la fruta por más tiempo, reduciendo la pérdida de peso y optimizando la atmósfera dentro de los envases. Estas innovaciones no solo facilitan que las manzanas lleguen en óptimas condiciones a mercados lejanos, sino que también aportan a la reducción del desperdicio de fruta en la cadena de distribución.

Además, Paclife cuenta con una gama de soluciones de productos fraccionados para el retail, con envases en diferentes formatos que aportan una alta humedad relativa, lo que mantiene la condición de la fruta por más tiempo y ofrece una excelente óptica para la venta minorista. Contamos además con impresiones y diseños de primer nivel, que realzan la presentación del producto y potencian su atractivo en el punto de venta. Este enfoque se alinea con las exigencias del mercado, permitiendo a los exportadores ofrecer productos frescos con una presentación atractiva y en óptimas condiciones.

El uso de tecnologías de atmósfera modificada y materiales de embalaje que prolongan la vida útil de los productos frescos se ha convertido en un estándar dentro del sector. A medida que los mercados se vuelven más exigentes y la logística enfrenta desafíos constantes, contar con herramientas que aseguren la calidad de la fruta es una ventaja competitiva clave para los exportadores.