El método desarrollado por AINIA detecta de manera rápida y sensible el óxido de etileno, un plaguicida actualmente prohibido en la UE, pero que se está utilizando en terceros países para tratar semillas como el sésamo
AINIA ha desarrollado un
nuevo método de análisis para el control de residuos de plaguicidas en alimentos. En concreto, la metodología detecta el
óxido de etileno en semillas destinadas a la alimentación.
Se trata de un análisis mediante tecnología GC-MS (cromatografía gaseosa, acoplada a la espectrometría de masas) para determinar el óxido de etileno en alimentos.
“Contamos con un método rápido y sensible, con un límite de cuantificación inferior a 0,05 mg/Kg, que permite verificar que no supera el nivel máximo establecido por ley”, ha subrayado
Roberto Ortuño, responsable de seguridad alimentaria de AINIA.
El pasado mes de septiembre el RASFF (Rapid Alert System Feed and Food) notificó la presencia de niveles muy elevados de óxido de etileno en determinados lotes de semillas de sésamo originarias o procedentes de la India, que habían sido introducidos en la Unión Europea. Estos niveles superaban más de 1.000 veces el límite máximo de residuos de 0,05 mg/kg de óxido de etileno establecido, lo que originó que se intensificaran los controles en frontera de óxido de etileno en semillas de sésamo procedentes de la India.
Por este motivo, a partir de octubre, se aumentaron los niveles de control oficial, subiéndolos hasta el 50% para residuos de plaguicidas y específicamente de óxido de etileno, en las partidas de semillas de sésamo procedentes de la India que llegan a la UE.
Riesgo para la salud
Esta contaminación constituye un grave riesgo para la salud humana, ya que el óxido de etileno está clasificado como un mutágeno de categoría 1B, un carcinógeno de categoría 1B y un tóxico para la reproducción de categoría 1B. Asimismo, su uso como sustancia activa en productos fitosanitarios en la UE no está aprobado, pero sí se utiliza en países terceros.
De esta manera, los laboratorios de AINIA,
primeros en realizar en España, este tipo de análisis aumenta así su oferta analítica en materia de residuos de plaguicidas, adaptándola a las nuevas necesidades de las empresas y contribuyendo al mismo tiempo a mejorar la protección de la salud de los consumidores.
AINIA, con más de 30 años de experiencia constituido como asociación privada sin fines lucrativos, trabaja para impulsar la competitividad de las empresas a través de la innovación. Es uno de los centros tecnológicos europeos con mayor base social empresarial, con más de 700 empresas asociadas y con más de 1.500 clientes.
Nota:
El Reglamento europeo 396/2005 relativo a los límites máximos de residuos de plaguicidas en alimentos, define el residuo de óxido de etileno como “Óxido de etileno”: suma de óxido de etileno y 2-cloroetanol expresado como óxido de etileno.
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