Lluís Palou, especialista en poscosecha, explica las sustancias GRAS, una alternativa a los fungicidas químicos de síntesis en poscosecha
El control de las enfermedades poscosecha de frutas frescas se ha basado principalmente en el uso continuado de fungicidas químicos de síntesis. Sin embargo, la sociedad pide la reducción del uso de estas sustancias para minimizar su impacto en el medio ambiente y el riesgo potencial en la salud humana. Por esta razón, es necesario desarrollar alternativas no contaminantes para el control de los podredumbres. Los productos químicos clasificados como aditivos alimentarios o como sustancias generalmente reconocidas como seguras (GRAS) tienen unos efectos tóxicos muy bajos en los mamíferos y un impacto mínimo en el medio ambiente. Entre ellos, las sales inorgánicas u orgánicas como los carbonatos, sorbatos, benzoatos, silicatos, etc. presentan ventajas significativas para su posible uso comercial, debido a su disponibilidad, bajo coste y alta solubilidad en agua.
El
profesor de investigación del IVIA y coordinador del Centre de Tecnologia Postcollita (CTP), Lluís Palou,
describe en una revisión de la revista Horticulturae,
el estado actual del uso, tanto a nivel de la investigación como comercial,
de las sales GRAS para el control de las enfermedades poscosecha. Describe el procedimiento de experimentación, que comienza con ensayos in vitro sobre la actividad de estos compuestos contra los hongos patogénicos responsables de las enfermedades. Las sales seleccionadas en las concentraciones más efectivas se prueban entonces in vivo como soluciones acuosas en experimentos de laboratorio a pequeña escala, con frutos inoculados artificialmente con los patógenos. Los frutos infectados de forma natural se utilizan más tarde en pruebas a escala semicomercial o comercial. Otro enfoque, cada vez más importante, es
la incorporación de sales GRAS como ingredientes antifúngicos en emulsiones que forman los recubrimientos comestibles de frutas frescas. Estos recubrimientos
podrían sustituir las ceras comerciales hechas con fungicidas convencionales que se aplican en la poscosecha de muchos productos hortofrutícolas
y que podrían utilizarse para sistemas de producción ecológica o "RESIDUO CERO".