Es en épocas del año como esta, en la que los mercurios rondan los 40 grados, cuando resulta más fácil apreciar la importancia de la cadena de frío para garantizar la disponibilidad de productos frescos y congelados en buen estado, en los lineales de cualquier supermercado. En este sentido, controlar y preservar la temperatura de los alimentos para conservar su calidad y salubridad es uno de los grandes retos de las cadenas logísticas.
Además de los camiones con sistemas de refrigeración, los
envases logísticos isotérmicos son uno de los elementos clave para preservar la temperatura de los productos. Este es el caso de la gama de
smartboxKomebac Cool de
KNAUF INDUSTRIES, formada por
envases logísticos inteligentes fabricados con polipropileno expandido (EPP), un material reutilizable y 100% reciclable que destaca por su ligereza, lo que permite ahorrar combustible y emisiones de CO2 durante el transporte de mercancías. Además, estos envases son ergonómicos, a fin de facilitar su manipulación, y constituyen un potente aislante térmico.
Junto a las características físicas de estos envases isotérmicos,
Komebac Cool da un paso más allá en la
gestión inteligente de mercancía perecedera gracias al Internet of Things. En concreto, esta solución se sirve de tecnología RFID para hacer posible el control preciso del inventario. Además, cuenta con sensores NFC/Bluetooth que informan en tiempo real sobre la temperatura de los productos. La información es consultable desde cualquier aplicación móvil u ordenador por parte de cualquier empleado autorizado.