El EPS consta en su mayor parte de aire. La materia prima de un envase no representa más del 2% lo que, además de explicar su escaso peso, implica un gran ahorro en materia prima. El EPS es además reciclable.
Se trata de envases sostenibles, diseñados cuidando la huella de carbono.
Se fabrican en color blanco o negro y se utilizan para frutas y verduras, botellas, botes, y en general productos que deben mantener una temperatura y humedad controladas.
Su uso más extendido es en frutas y hortalizas, que representan un 40% del consumo de estos envases. El diseño de los separadores cuida la integridad del contenido de forma de evitar daños y por las propiedades térmicas del recipiente, maximizar su vida útil.