Vender fruta en el momento más adecuado no siempre es evidente. Aunque nuestro producto sea de alta calidad, un repentino exceso de oferta puede conllevar precios bajos. Esto puede reducir los márgenes de beneficio que ya son ajustados y dificultar la sostenibilidad de los negocios agrarios.
El 1-MCP es un compuesto que no genera residuos y que ralentiza el proceso de maduración de la fruta. Esto permite una ventana de comercialización más amplia, reduce el desperdicio, aumenta las ganancias y mantiene la textura, el color y el sabor de la fruta. Sobre todo, el 1-MCP permite que haya más fruta fresca disponible para los consumidores. Dado que el 1-MCP reduce el desperdicio de alimentos que es una de las fuentes más importantes de CO2, también trae beneficios ambientales a la mesa.
El 1-metilciclopropeno (1-MCP) es una molécula que se usa comúnmente como regulador del crecimiento de las plantas para ralentizar el proceso de maduración de frutas y otros cultivos. El 1-MCP está relacionado estructuralmente con el etileno, una hormona vegetal natural.
El etileno es una pequeña molécula que desencadena el proceso de senescencia de la fruta cuando encuentra un receptor de etileno libre. Gracias a su similitud, el 1-MCP puede reemplazar con éxito al receptor de etileno. La diferencia entre ellos es que el 1-MCP no desencadena la cascada de señalización bioquímica. Esto significa que el proceso de maduración natural de la fruta se retrasa.
Dado que su respuesta al tratamiento es la más pronunciada, el 1-MCP se aplica principalmente a las manzanas. Otras aplicaciones comerciales incluyen aguacates, plátanos, peras, kiwis, ciruelas, caquis y tomates.
La aplicación de 1-MCP puede generar muchos beneficios tanto para las empresas como para los consumidores:
En resumen, 1-MCP prolonga la vida útil de su fruta. Eso significa un mejor producto, mayores ingresos y otras ventajas:
Al final del ciclo de producción, los consumidores obtienen un mejor producto. Es así de simple.