La cadena de suministro hortofrutícola ha realizado importantes inversiones en sistemas modernos y más eficientes de monitorización y control de temperatura. Esto ha permitido el transporte y almacenamiento de frutas y hortalizas a temperaturas constantes y óptimas. Además, la pérdida de humedad se controla mediante soluciones de envasado a medida que maximizan la retención de humedad. Gracias a estos avances, los productos hortofrutícolas pueden recorrer distancias más largas, mantener su calidad y reducir significativamente los índices de desperdicio, lo que ha posibilitado la disponibilidad de muchas frutas y verduras de temporada de los mercados locales durante todo el año.
A pesar de los avances logrados, las tasas de desperdicio siguen siendo alarmantemente altas. Un factor clave, aunque difícil de medir, que contribuye a este desperdicio es el etileno, la hormona natural de maduración de las plantas. Controlar el etileno es esencial para prolongar la vida útil de los productos frescos y garantizar su desarrollo óptimo. Sin embargo, con frecuencia este aspecto se pasa por alto o se gestiona de forma subóptima, lo que inhibe su acción o no reduce los niveles lo suficiente para mejorar la vida útil. Además, rara vez se monitoriza, aunque, una vez controlada la temperatura y el envasado, el etileno se convierte en el factor crucial a abordar.
Justin Creasy, Director de Servicios Técnicos de It’s Fresh, comenta:
“Superviso numerosas llegadas de productos, pero nunca he visto una medición precisa de etileno debido a lo complejo que resulta. Existen lectores portátiles para medir etileno, sin embargo, nunca he encontrado uno que sea exclusivamente específico para este gas, ya que generalmente miden una combinación de compuestos volátiles. Esto hace que cualquier valor reportado no sea atribuible exclusivamente al etileno. En nuestro laboratorio contamos con dos analizadores de cromatografía de gases (GC) diseñados específicamente para medir etileno con gran precisión, incluso a concentraciones inferiores a 20 partes por billón.”
Creasy añade:
“Curiosamente, con una cámara infrarroja es posible detectar el etileno, o más específicamente, los efectos que este produce. Los palets con una circulación de aire deficiente y sin un adecuado control de etileno suelen acumular de forma localizada estas moléculas. Esto provoca un aumento en la respiración de los productos, que a su vez eleva las temperaturas locales y genera aún más etileno. Una cámara infrarroja permite visualizar estos puntos calientes al momento de la recepción, los cuales suelen estar asociados con niveles descontrolados de etileno y problemas relacionados con la presión y otros atributos de calidad.”
Una monitorización más precisa del etileno en la cadena de suministro de productos frescos permitiría entender mejor los problemas de calidad que a menudo parecen inexplicables. La innovadora tecnología RYPEN de IT'S FRESH captura selectivamente el etileno, ralentizando la maduración de frutas y verduras y prolongando su vida útil.
Las soluciones RYPEN, como la almohadilla RYPEN PAD, el RYPEN Leaf y el RYPEN Case Liner, están diseñadas para integrarse perfectamente en diferentes etapas de la cadena de suministro.
Estas tecnologías no solo preservan la frescura y calidad, sino que también ayudan a reducir el desperdicio de alimentos, beneficiando tanto a productores como a consumidores finales.