La incertidumbre al comprar frutas y verduras podría ser cosa del pasado gracias a una innovadora tecnología desarrollada en colaboración con el Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA) y la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC). En el marco del proyecto AO Sensor, el grupo Ametller Origen está implementando una solución basada en el uso de infrarrojos e inteligencia artificial (IA) con el objetivo de garantizar la calidad y homogeneidad de sus productos, al tiempo que reduce el consumo energético y el desperdicio alimentario.
El AO Sensor forma parte de Agrosmed, una alianza de empresas dentro del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE), con un presupuesto de 1,3 millones de euros. Su enfoque principal es la aplicación de tecnologías avanzadas en la selección y clasificación de frutas y verduras para garantizar la mejor experiencia de consumo.
El sistema funciona mediante la aplicación de infrarrojos cercanos a productos frescos, permitiendo obtener información sobre sus propiedades fisicoquímicas sin necesidad de realizar pruebas destructivas. Este análisis permite evaluar parámetros clave como el dulzor, la acidez y el contenido de agua. Gracias a la IA, se pueden desarrollar modelos matemáticos que identifican los patrones de calidad ideales y automatizan la clasificación de los productos en grandes volúmenes.
En una primera fase, Ametller Origen está aplicando esta tecnología en la elaboración de gazpachos y cremas de verduras, con dos objetivos principales: asegurar una calidad homogénea y optimizar el consumo de recursos. Hasta ahora, el control de calidad dependía de catas manuales, lo que podía derivar en desperdicio de productos si la mezcla no cumplía con los estándares deseados. Con el uso de infrarrojos e IA, es posible medir con precisión las características de cada ingrediente y ajustar las proporciones en tiempo real, evitando mermas y reduciendo costos energéticos.
El siguiente paso del proyecto contempla la implementación de AO Sensor en almacenes de distribución de frutas y verduras para clasificar y enviar a las tiendas solo aquellos productos que cumplan con los estándares de calidad establecidos. Esta tecnología también podría llegar directamente a los puntos de venta, permitiendo que los consumidores conozcan con certeza las características de los productos antes de comprarlos.
Tradicionalmente, las frutas se han comercializado en base a su calibre, es decir, su tamaño. Sin embargo, el AO Sensor introduce un nuevo paradigma en el que la calidad se convierte en el criterio principal de clasificación.
El proyecto, que inició a finales de 2023, está actualmente en fase de recopilación de datos en el centro Fruit Centre del IRTA en Lleida y en colaboración con tres grupos de investigación de la UPC. Se espera que concluya en junio de 2025, con una posible ampliación para su implementación en el nuevo obrador de Agroparc en Gelida a finales de 2026.
La combinación de infrarrojos e IA aplicada al sector agroalimentario representa una revolución en la forma en que se produce, distribuye y consume la comida. AO Sensor no solo mejora la experiencia del consumidor al garantizar productos de alta calidad, sino que también optimiza los procesos productivos, reduciendo el impacto ambiental y el desperdicio de alimentos. Con esta iniciativa, Ametller Origen refuerza su compromiso con la innovación y la sostenibilidad, sentando las bases para un futuro más eficiente y tecnológico en la industria alimentaria.