Por Beatriz Riverón, Bioquímico farmacéutica
Los arándanos corren el riesgo de ser infestados por Rhagoletis mendax Curran, y por Drosophila suzukii Matsumura después de la cosecha. Estas especies de moscas pueden colonizar las bayas maduras con sus larvas, lo que hace que la fruta no sea comercializable. Las condiciones de frío inhiben el desarrollo de insectos y recientemente se ha observado que previenen el desarrollo de D. suzukii. Científicos han demostrado la eficacia de la aplicación de dosis bajas y prolongadas de dióxido de azufre para controlar moscas R. mendax y D. suzukii sin dañar la calidad de la fruta. La combinación de condiciones de fumigación secuencial y almacenamiento en frío puede ser un enfoque eficaz como tratamiento fitosanitario para controlar ambas especies de moscas. Así, la fumigación durante 3 días a 22 ⁰C con 500 µL L−1 de SO2, seguida de almacenamiento en frío se muestra muy eficiente. Por otro lado, se ha demostrado que la aplicación de SO2 es un fumigante ideal para el control del moho gris (Botrytis cinerea) en arándanos.