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Geotrichum candidum / Podredumbre ácida o amarga

Geotrichum candidum, conocida por podredumbre ácida o amarga, es una enfermedad poscosecha que afecta a la fruta de hueso

 

Descripción

Es una enfermedad que afecta a la fruta de hueso y que ha empezado a suponer un problema importante en los últimos años. Por eso, el conocimiento de esta podredumbre todavía es muy limitado. Su aparición se relaciona con el control de la principal enfermedad de fruta de hueso, Monilinia spp., con la introducción de nuevas variedades de fruta de hueso, así como con el aumento de las temperaturas provocado por el cambio climático. Este hongo se encuentra ampliamente distribuido en todo el mundo. Puede aparecer en campo pero el desarrollo de la enfermedad se produce en poscosecha. Existen otras especies de Geotrichum, como G. citri-aurantii, causantes de la podredumbre en cítricos.

 

Identificación

Los principales síntomas de esta podredumbre son un podrido blando, marrón, agua, con un olor agrio característico, que atrae insectos como las moscas de la fruta, que depositan sus huevos sobre la masa podrida.

A medida que avanza la enfermedad, se forma una capa blanquecina de crecimiento miceliano sobre la superficie del fruto que, finalmente, produce un exudado que hace que la piel se desintegre e infecte las frutas de al lado.

Los frutos afectados por este hongo se caracterizan por ser muy susceptibles a las peladuras. A escala microscópica forma esporas rectangulares o redondas, organizadas en cadenas o en forma individual, como se observa en la imagen.

 

Infección

G. candidum es capaz de crecer en un rango de temperaturas de 5 °C a 38 °C, aunque su óptimo de crecimiento son 25-30 °C. También se ve favorecido por condiciones de humedad alta y niveles bajos de oxígeno, por lo que los períodos de almacenamiento y transporte son propicios para su crecimiento.

El proceso de infección se inicia mediante microheridas y macroheridas presentes en la superficie de la fruta. La dispersión de G. candidum se debe principalmente al polvo del suelo ya las salpicaduras del agua. Los insectos también son potenciales transmisores. Los frutos podridos que se mantienen en el suelo de una campaña a otra suponen una fuente de inóculo.

En las centrales, tierra y restos vegetales presentes en las cajas pueden contaminar las líneas y ser la fuente de infección de la fruta sana.

 

Medidas preventivas

Para evitar la podredumbre que causa este hongo, es necesario cuidar durante la cosecha y el manejo de la fruta para que no se hagan heridas, que suponen una vía de entrada del patógeno. Además, hay que tener en cuenta que este hongo segrega unas enzimas que degradan muy fácilmente la epidermis de los frutos con los que entran en contacto, lo que facilita la dispersión de la enfermedad.

Por tanto, es básico garantizar siempre unas buenas prácticas tanto en campo como en poscosecha, así como una adecuada desinfección de todo el equipamiento de la central, en especial de las superficies de las líneas de confección (lonas, tapices, rodillos, etc.). , ya que suelen tener agua libre que favorece la supervivencia de las esporas y pueden ser un punto de infección importante. Asimismo, también se recomienda desinfectar periódicamente el agua de los volcadores de palots.

 

Fuente:

Manual descriptiu de les podridures de postcollita en préssec, nectarina, poma i pera. Financiado a través de l’Operació 01.02.01 del PDR de Catalunya 2014-2020 y elaborado por el grupo de Patologia de la Postcollita del IRTA. Autores: Rosario Torres, Neus Teixidó, Núria Vall-llaura, Josep Usall y Carla Casals