Felix Instrumentes ha lanzado el nuevo medidor F-751 para determinar calidad del melón, de forma cómoda, no destructiva y precisa
Tras la formación de las flores y su polinización, la fruta se desarrolla y crece en tamaño. Finalmente, la maduración cambia la composición, apariencia y textura de la fruta para hacerla comestible. De esta manera, se vuelve más suave, dulce y cambia su color.
Los melones poseen diferentes estrategias de maduración. Algunas variedades, como los cantalupos, son climatéricas mientras que otras, no lo son y los frutos no maduran tras la cosecha.
El etileno es la fitohormona que desencadena la maduración de los frutos climatéricos y siempre va acompañada por un aumento de la tasa de respiración. Los frutos climatéricos acumulan almidón. Durante la maduración, éste se convierte en azúcar y se sintetizan ácidos orgánicos y volátiles que aportan sabor. Mientras tanto, la pared celular se degrada, ablandando el mesocarpio para cambiar la textura de los frutos. Al mismo tiempo, la clorofila se degrada y los flavonoides y carotenoides se acumulan, cambiando el color de la piel y la pulpa.
A diferencia de otras frutas climatéricas, en el melón la acumulación de pigmentos, azúcar y ablandamiento de la pulpa no depende del etileno. Respecto a los melones no climatéricos, su maduración se debe a la acción de distintas hormonas, pero no del etileno.
Los melones climatéricos desarrollan más compuestos aromáticos y la pulpa es anaranjada, pero su vida útil es menor debido al ablandamiento inducido por el etileno. Los melones no climatéricos, por el contrario, tienen una pulpa verdosa, menos contenido aromático y una vida útil más larga.
Cómo determinar la madurez de un melón
Históricamente, se evaluaba la madurez de los melones climatéricos mediante el olor que desprendían. Por otro lado, la madurez en los melones Honeydew no climatéricos se identificaba tradicionalmente en el campo por un cambio de color hacia el amarillo.
No obstante, determinar la calidad interna basándose en cambios externos puede ser subjetivo, inconsistente y tedioso. Por ello, existe la necesidad de buscar una técnica fiable, no destructiva y basada en la bioquímica para determinar de manera objetiva la calidad interna del fruto.
Nuevos métodos
En 2010, un estudio comparó diferentes técnicas no destructivas para la evaluación de la calidad interna de los melones. Los métodos evaluados fueron tecnología acústica, espectroscopia NIR, tecnología dinámica, rayos X y tomografía computarizada, y tecnología eléctrica y magnética.
El análisis proporcionado por la espectroscopia vis-NIR se consideró óptimo, especialmente para la estimación en línea de la calidad interna.
Características clave de la calidad interna del melón
Los parámetros de calidad más comunes en los melones son el contenido en azúcares, pH, acidez titulable, presencia de defectos interno y madurez.
El contenido de azúcares o sólidos solubles (SST) es el parámetro que más se utiliza en la evaluación de la calidad y se expresa en ºBrix. Las variedades se diferencian en función de su ºBrix. El ºBrix más bajo en melones es 9%. Antes de la llegada de las herramientas NIR, los ºBrix se medían con refractómetros destructivos.
La acidez titulable mide el contenido en ácidos orgánicos de las frutas: ácido cítrico, ascórbico, málico y succínico. Antes, los ácidos titulables se medían en el laboratorio. A medida que las frutas maduran, la acidez disminuye, pero siempre se requiere de un nivel mínimo de acidez para garantizar que las frutas satisfagan las preferencias gustativas del consumidor. Los azúcares y la acidez son necesarios para producir el sabor que más gusta a los consumidores.
Los volátiles que dan sabor a melón se cuantificaban anteriormente mediante cromatografía de gases.
Los defectos también se pueden detectar mediante espectroscopia NIR.
El
nuevo medidor de calidad para melón F-751 de
FELIX INSTRUMENTS es una herramienta que puede estimar de forma cómoda y precisa los ºBrix sin destruir la fruta. Gracias a este instrumento, es posible determinar las fechas de cosecha y tomar decisiones basadas en datos. Los productores pueden cargar información sobre la calidad de la fruta y usar la aplicación FruitMaps de Felix Instruments para obtener una visión espacial de la madurez de sus cultivos.
La herramienta cuenta con modelos y quimiometría avanzada para analizar varias variedades de melón, incluidos los populares Cantaloupe y Honeydew.
Monitorizar la madurez es también muy útil para los proveedores, envasadores de frutas cortadas y distribuidores para realizar un seguimiento de la calidad de sus melones, descartar los melones en mal estado y separar las frutas según su grado de madurez. Los minoristas pueden evaluar rápidamente la calidad de las frutas entrantes en función de la espectroscopia NIR.
La monitorización de la calidad mediante espectroscopía NIR en las distintas etapas de la cadena de suministro ayuda a las partes interesadas a suministrar melones con un perfil de sabor de alta calidad. Reducir el riesgo de rechazo debido a la mala calidad también puede reducir la pérdida de alimentos y aumentar el retorno de la inversión.
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