El papel clave de la dieta, entre otros factores, en la prevención de enfermedades ha llevado a una mayor preocupación entre la población por consumir productos con los altos valores nutricionales. Es por ello que muchos trabajos de investigación recientes se han centrado en la determinación y cuantificación de importantes compuestos bioactivos presentes en las hortalizas. En este sentido, el pimiento es uno de los cultivos más destacados. En el centro de Citricultura y Producción Vegetal del IVIA, se han monitorizado los compuestos bioactivos y las capacidades antioxidantes de 18 variedades tradicionales de pimiento. Este trabajo ha sido recientemente publicado en la revista MOLECULES.
Las variedades tradicionales representan un gran patrimonio genético como fuente de biodiversidad agrícola. Además, estas variedades se adaptan mejor a las condiciones agroclimáticas específicas y son, por tanto, especialmente recomendables para sistemas de producción de bajos insumos.
El estudio llevado a cabo por el IVIA junto al COMAV, se realizó en 18 variedades locales de pimiento, seleccionadas en base a su distintiva tipología de fruto y amplia distribución en la Comunitat Valenciana. Se determinaron sus características nutricionales y nutracéuticas, considerando dos estados de maduración (verde y rojo).
Una vez realizado el estudio se ha podido concluir que el tipo de variedad y el estado de madurez determinan la calidad organoléptica. De este modo, se ha observado que los frutos maduros están relacionados con un alto contenido en vitaminas y carotenoides mientras que los verdes se asocian a altos contenidos de fenoles. Además, el estudio también ha concluido que la caracterización nutricional de las variedades autóctonas de pimiento puede contribuir a promover su uso y aumentar su valor añadido, garantizando así su conservación. Este trabajo podría así ser un punto de partida en programas de mejora para cultivar variedades ricas en antioxidantes.