El uso del ozono en la conservación de frutas y hortalizas: propiedades y beneficios

El agua y los nutrientes presentes en los alimentos proporcionan un ambiente propicio para el crecimiento de microorganismos, los cuales aceleran su deterioro. A lo largo de la historia, se han buscado métodos para prolongar la conservación de los productos alimenticios. Finalmente, se ha comprobado que uno de los métodos más efectivos es la aplicación de frío, que resulta ser un enfoque limpio, económicamente viable y preserva las cualidades naturales de los alimentos.

Sin embargo, el simple proceso de refrigeración o congelación no es suficiente por sí solo para extender la vida útil de los productos hasta su distribución comercial. Requiere la incorporación de elementos adicionales, como el ozono.

En el caso de las frutas y hortalizas, el ozono se utiliza por sus propiedades desinfectantes y desodorantes. Se aplica en forma de agua ozonizada o en cámaras donde se hace circular el ozono para desinfectar las frutas.

El ozono, un fuerte agente oxidante

El ozono posee una capacidad oxidante elevada que lo hace altamente eficaz en la eliminación de bacterias, virus, protozoos, nemátodos, hongos y otros microorganismos. Su versatilidad para actuar en distintos niveles le permite abordar una amplia variedad de especies microbianas, sin límites aparentes en cantidad.

Desde la etapa de la cosecha hasta la distribución, resulta crucial mantener las cámaras en condiciones asépticas para minimizar el riesgo de contaminación entre los productos. Aunque la refrigeración previene la proliferación de microorganismos, no garantiza su eliminación total.

El ozono aplicado en el aire a concentraciones biocidas adecuadas, antes de introducir los alimentos, asegura la erradicación de numerosos microorganismos presentes en las superficies. Este método contribuye a mantener una carga microbiana baja en el ambiente y las superficies mediante dosis controladas de ozono. Estas dosis, permitidas en presencia de personas y alimentos, también ayudan a desodorizar las cámaras.

El ozono y el etileno

El ozono tiene una rápida reacción con el etileno, gas que acelera el proceso de maduración de frutas y hortalizas, transformándolo en dióxido de carbono (CO2) y agua. Esta reacción es beneficiosa para conservar la frescura de estos productos. Además, cuando se introduce en la atmósfera del almacén, el ozono elimina los olores generados por materia orgánica y productos químicos.

Es importante destacar que el ozono no penetra a través de los tejidos de los productos, por lo que no contamina la fruta. Además, se descompone rápidamente en oxígeno después de su aplicación, lo que garantiza un tratamiento seguro.

Sobre Cosemar Ozono

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