Las variedades tradicionales de hortalizas valencianas representan un patrimonio agrícola y cultural de gran importancia. Sin embargo, la modernización del sector y la introducción de variedades híbridas han reducido drásticamente su diversidad genética, lo que pone en riesgo la seguridad alimentaria y la sostenibilidad de los sistemas agrícolas.
El Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) trabaja en la recopilación, conservación y caracterización de estas variedades mediante estrategias ex situ (bancos de germoplasma) e in situ (promoción del cultivo en sus zonas de origen). La valorización comercial de estos cultivos se apoya en su diferenciación organoléptica, nutricional y en su adaptación a condiciones locales, fomentando su demanda en mercados especializados.
El IVIA gestiona una colección de más de 550 accesiones de hortalizas autóctonas, incluyendo tomate, pimiento, cebolla, garrofón, chufa y boniato. Se han realizado estudios agronómicos, morfológicos y genéticos para evaluar su potencial en la mejora de cultivos y su adaptación a condiciones de estrés abiótico.
La conservación de la biodiversidad hortícola valenciana enfrenta desafíos relacionados con la comercialización, la adaptación al cambio climático y la falta de reconocimiento del valor de estas variedades. Se requiere mayor impulso institucional, investigación en mejora genética y programas de sensibilización para garantizar su viabilidad a largo plazo.
El artículo "Conservación y valorización de las variedades tradicionales de hortalizas valencianas. El papel del IVIA en la Biodiversidad Agrícola" subraya la importancia de preservar las variedades tradicionales no solo como un legado cultural, sino como un recurso clave para la sostenibilidad y resiliencia del sistema agroalimentario valenciano.