En el contexto actual, la sostenibilidad y la reducción de pérdidas alimentarias se han convertido en desafíos clave para la industria agroalimentaria. En este escenario, los recubrimientos poscosecha han ganado una importancia creciente debido a su capacidad para mejorar la conservación de los productos frescos y extender su vida útil. La Asociación "5 al Día", comprometida con la divulgación científica en el ámbito de la salud y la nutrición, se enorgullece de presentar, a través de su newsletter científico, una selección de artículos que abordan los avances más recientes en esta área crítica.
En esta edición, el Dr. Benito Orihuel, Postharvest Adviser en Citrosol y miembro del Comité Científico de la Asociación "5 al Día", introduce este tema destacando tres estudios publicados en la revista Actual Poscosecha que exploran la aplicación de recubrimientos en cítricos. Además, se incluye un cuarto artículo de la Universidad de Wageningen que analiza las percepciones de los consumidores sobre los aditivos alimentarios empleados en estos tratamientos. Los tres primeros estudios, mencionados en esta editorial, exploran diversas estrategias para el uso de recubrimientos en la mejora de la conservación, la mitigación de daños por frío y la reducción de pérdidas alimentarias. Estos estudios no solo abordan las innovaciones tecnológicas en este campo, sino también el impacto de los recubrimientos en la sostenibilidad de los procesos de distribución y comercialización de productos frescos.
Actual Poscosecha es una revista de divulgación científica y técnica que reúne y difunde los avances más relevantes en la conservación, el envasado y el procesamiento de frutas y hortalizas. Respaldada por un prestigioso equipo de asesores técnicos, su primer número, lanzado en octubre de 2024, incluyó 11 artículos que abarcan una amplia gama de innovaciones. Entre estos se encuentran recubrimientos para mejorar la calidad de los cítricos, soluciones de envasado, tratamientos alternativos de conservación, valorización de residuos, estudios sobre la conservación del caqui y otros cultivos minoritarios, además del uso de herramientas analíticas avanzadas.
La utilización de recubrimientos, comúnmente denominados ceras, se remonta a los años 30 del pasado siglo. Inicialmente se utilizaron con el fin de reducir la pérdida de peso que se origina en los frutos durante su transporte y distribución, pero en poco tiempo el propósito del encerado paso a ser dar brillo a los frutos que actualmente puede considerarse un poco irracional.
Sin embargo, en los últimos años se está produciendo un punto de inflexión y los recubrimientos se están empezando a considerar como una potente herramienta para reducir las pérdidas alimentarias en la cadena de suministro de frutas y hortalizas frescas. En los artículos científicos seleccionados se analizan las funcionalidades de los recubrimientos para cítricos por ser en los que más se utilizan. No obstante, ya se utilizan extensamente en piñas e incipientemente en aguacates, un fruto con una elevada tasa de pérdida de peso.
Aunque los recubrimientos comerciales varían en su eficacia para reducir la pérdida de peso, el manchado del daño por frío y la deformación permanente, y otras funcionalidades relacionadas con la senescencia de los frutos, todos contribuyen a disminuir las pérdidas alimentarias (Pérez Gago et al., 2024). Entre los mencionados en los artículos seleccionados, destaca un recubrimiento vegetal capaz de reducir la pérdida de peso en cerca de un 50% (Zacarías et al., 2024; Orihuel-Iranzo y Torregrosa, 2024), además de minimizar o eliminar las manchas por daño por frío tras largos periodos de almacenamiento refrigerado. También ayuda a mitigar la deformación permanente de los frutos que los devalúa comercialmente y probablemente también sensorialmente (Pérez Gago et al. 2024; Orihuel-Iranzo y Torregrosa, 2024).
Los recubrimientos podrían convertirse en una herramienta clave para reducir las pérdidas alimentarias en las próximas décadas. Su uso ya se está extendiendo a frutos como el aguacate y se evalúa su aplicación en hortalizas como pepinos y calabacines. En estos casos, los recubrimientos comestibles podrían reemplazar las envolturas plásticas actualmente utilizadas para la exportación a mercados lejanos.
Finalmente, como señalan los investigadores de la Universidad de Wageningen, la percepción negativa de los consumidores sobre los aditivos alimentarios utilizados en los recubrimientos hace necesaria la implementación de campañas informativas. Estas deben enfocarse en destacar tanto la seguridad de los recubrimientos como su contribución a la reducción de las pérdidas alimentarias.
Pérez Gago et al. analizan los beneficios de los recubrimientos poscosecha en naranjas ‘Lanelate’, evaluando su impacto en la conservación de la fruta y la eficiencia energética en el transporte. Los resultados muestran que los recubrimientos reducen la pérdida de peso y firmeza, mejorando el aspecto visual sin afectar la calidad externa, interna ni sensorial.
En un ensayo de transporte, se observó que los recubrimientos permitieron mantener la calidad de las naranjas a 8 °C, comparado con las no recubiertas a 5 °C, sugiriendo un ahorro energético al poder transportarlas a temperaturas más altas sin comprometer su calidad.
Estos recubrimientos no solo prolongan la vida útil de los cítricos, sino que también contribuyen a la sostenibilidad del transporte refrigerado, mejorando la competitividad del sector citrícola.
El estudio de Zacarias et al. evaluó dos recubrimientos y su combinación con el fungicida tiabendazol (TBZ) en la protección contra daños por frío (DF) y la calidad poscosecha de la naranja ‘Lanelate’. Se probaron tres tratamientos: PlantSeal (cera de carnauba), SunSeal-CIC (polietileno oxidado y goma laca) y SunSeal-CIC+TBZ.
Los resultados mostraron que todos los recubrimientos redujeron la pérdida de peso y protegieron eficazmente contra los daños por frío, sin afectar la calidad de la fruta. PlantSeal fue el más efectivo para minimizar la pérdida de peso, mientras que la adición de TBZ no aportó beneficios adicionales en la protección contra DF.
Los recubrimientos redujeron la deshidratación sin alterar el sabor y disminuyeron la expresión génica de enzimas relacionadas con la biosíntesis de etileno. Los recubrimientos PlantSeal y SunSeal-CIC ofrecen una protección eficaz y sostenible, sin necesidad de fungicidas, lo que favorece su aplicación en el manejo poscosecha de cítricos.
El estudio de Orihuel y Torregrosa analiza los efectos del recubrimiento vegetal PlantSeal® en la conservación poscosecha de los cítricos, destacando su capacidad para reducir la pérdida de peso, minimizar los daños por frío y preservar la firmeza y sabor de la fruta. PlantSeal®, elaborado a partir de cera de carnauba, es una alternativa sostenible y certificada para la agricultura ecológica y el consumo vegano.
El recubrimiento reduce la pérdida de peso en casi un 50%, mantiene la firmeza de los frutos y evita deformaciones. Además, protege contra los daños por frío, reduciendo hasta un 85% la incidencia de manchados, lo que lo convierte en un sustituto eficaz de fungicidas como el tiabendazol (TBZ).
Otro beneficio es que mantiene bajos niveles de etanol, evitando olores o sabores desagradables en los frutos almacenados a bajas temperaturas. PlantSeal® también contribuye a reducir las pérdidas de peso durante el transporte, lo que mejora la rentabilidad de los productores y distribuidores.
En resumen, PlantSeal® es una solución eficaz y sostenible para mejorar la conservación de los cítricos, reduciendo la deshidratación, los daños por frío y manteniendo la calidad sensorial, mientras reemplaza el uso de fungicidas y contribuye a la sostenibilidad en la industria citrícola.
El informe de van Bergen y Zeinstra analiza las percepciones de los consumidores europeos sobre los aditivos en los recubrimientos aplicados a frutas y hortalizas frescas, y sus necesidades de información al respecto. Los resultados muestran que pocos consumidores conocen los tratamientos poscosecha. La forma en que se comunica esta información influye en la percepción del consumidor. La comunicación actual, utilizando códigos E o nombres complejos de ingredientes, suele generar confusión y reacciones negativas.
Sin embargo, cuando se explica el propósito y los beneficios sostenibles de los recubrimientos, y se destaca su origen vegetal, la percepción mejora. Los consumidores desean transparencia, aunque no buscan activamente esta información.
El informe sugiere que se mencione claramente el uso de recubrimientos protectores y se explique su propósito de manera sencilla. También recomienda desarrollar nuevas estrategias de comunicación para mejorar la comprensión y aceptación de los consumidores.
En resumen, una comunicación clara y transparente sobre los aditivos poscosecha puede mejorar la percepción y aceptación de estos tratamientos, satisfaciendo las expectativas informativas de los consumidores.