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La mayor parte de las frutas maduran debido a la acción del etileno. El etileno es la hormona conocida como “la hormona de la maduración”. Se produce de manera natural en las frutas haciendo que se modifique el color, la firmeza, el sabor y los aromas característicos de cada una de ellas.
De todas maneras, el etileno una vez recolectada la fruta o la verdura, no actúa igual en todos los casos. Es en función de como el etileno interviene sobre las frutas, que se clasifican en dos tipologías:
Los frutos climatéricos tienen la capacidad de continuar su maduración una vez separados de la planta. También se caracterizan por el rápido aumento de la velocidad de respiración y desprendimiento de etileno.
Los ejemplos más comunes de
fruta climatérica son
manzanas, peras, tomate, chirimoya, aguacate, banano, mango, papaya, kiwi,…
Los frutos no climatéricos, en cambio, sufren un proceso de maduración gradual y continuo. Una vez recolectados no maduran por si solos, por lo que es importante recolectarlos en el momento justo de maduración. El etileno, en este caso, actúa de manera que acelera la degradación de la fruta y la senescencia.
Algunas frutas
no climatéricas son
cerezas, cítricos, frutos rojos, pepino, piña, litchi, …
En
BION llevamos 25 años trabajando mano a mano con los productores y exportadores de estas frutas y gracias a la experiencia acumulada hemos diseñado dos fórmulas que nos permiten detener de manera natural los efectos del etileno sobre la fruta.
ETHYL STOPPER se ha diseñado y formulado para controlar el etileno y los COV’s (compuestos orgánicos volátiles) en las frutas climatéricas.
FUNGI STOP está especialmente diseñado y formulado para mantener los frutos climatéricos libres de hongos y bacterias.
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