En el prólogo de esta publicación Alfredo Lacasa Plasencia dice que enumerar las plagas y enfermedades que se han introducido en las plantaciones de tomates en estas comarcas -las de Murcia y la costa Mediterránea- en los últimos 40 años queda para los catálogos históricos, pues en la disposición de productores y técnicos que les asisten está el superar el último problema que se presenta, coexistiendo con todo lo anterior.
El documento monográfico, “El virus rugoso del tomate; las bases para una estrategia integrada de manejo”; los autores Antonio Montserrat et al., explican al que hace referencia esta presentación, se muestra como un compendio de informaciones sobre la virosis, acrisoladas por la visión de la realidad del campo, allí donde las teorías y especulaciones son evaluadas y contrastadas por las prestaciones que proporcionan.
En el documento publicado por el IMIDA está la información sobre aspectos epidemiológicos - como la infección de las plantas, la dispersión del virus, los hospedantes alternativos, persistencia del virus en el medio, etc.- que son fundamentales para entender y encuadrar las medidas de control a poner en práctica. Estas prácticas se refieren a: medidas de higiene en las parcelas y du-rante el proceso de producción de las plan-tas; medidas para reducir la infectividad del medio en el que se desarrolla el cultivo (suelo, restos vegetales, etc.); el comportamiento de las resistencias incorporadas a las nuevas variedades y las prestaciones fitosanitarias y agronómicas que proporcionan los nuevos materiales.
Las epidemias de la última virosis que se ha instalado en los tomatales de la Región de Murcia, lleva a rememorar situaciones superadas por el sector productor en tiempos pasados. Nuevas virosis, nuevas plagas se han ido sucediendo en la larga historia del cultivo en tierras murcianas, dejando huellas en el ánimo de los agricultores y en la fisionomía de las comarcas productoras, desde la horticultura valenciana a la de murcia Almería y costa granadina.
Resumen y consideraciones de los autores
Esta publicación del IMIDA tiene en su parte final unas consideraciones de los autores para los usuarios de los conocimientos publicados. Explican, los autores que desde su hallazgo en Jordania e Israel hacia 2014, el virus rugoso o ToBRFV se ha ido extendiendo rápidamente por las principales zonas de producción de tomate de todo el mundo, generando daños muy cuantiosos. En 2021 se detecta por primera vez en la Región de Murcia para unirse al complejo de virus que ya se habían hecho habituales en la zona, complicando la situación fitosanitaria de este importante cultivo.
Desde entonces se ha venido trabajando, primero con la colaboración del Sector, OPAs y MAPA, y a partir de 2023 gracias a un proyecto cofinanciado al 60% con Fondos FEDER y el resto con fondos propios de la CARM. Entre los objetivos de estos trabajos, destacan entender la epidemiología y las interacciones que se podían estar dando con otros virus de la zona, valorar los principales factores de riesgo y las medidas de manejo más viables y eficaces que podían ir integrándose en su prevención y manejo, incluyendo los materiales con resistencias (que tan rápidamente se han ido desarrollando por las empresas de semillas), así como poner a disposición de los productores toda la información y estrategias derivadas de los estudios.
Los primeros resultados del proyecto apuntan a que nos enfrentamos a un problema complejo, en el que interactúan varios factores y situaciones muy diferentes, y para el que no parece haber una solución única ni sencilla. Ningún desinfectante, práctica cultural o variedad con resistencia, por sí solo, va a ser capaz de resolver el problema generado por las virosis en el tomate. Por ello es fundamental integrar todas las medidas al alcance del productor, priorizando las más viables y eficaces para las características de cada empresa y parcela de cultivo, para lo que hay que conocer lo mejor posible los principales factores de riesgo y los aspectos sobre los que se puede intervenir.
Una adecuada estrategia que minimice los riesgos derivados del virus rugoso, y de otras fitopatologías, integrará los siguientes aspectos: Adecuada preparación de las parcelas; elegir las variedades adecuadas, a ser posible con resistencias; adoptar las medidas de precaución descritas para evitar la introducción del virus desde el exterior con trabajadores, herramientas, cajas o cualquier otro elemento o equipo en el que pudiera haberse adherido y reducir reducir las situaciones de estrés del cultivo mediante un adecuado manejo de la fertirrigación y elementos que reduzcan, en lo posible, las temperaturas y radiación extrema (adecuadas estructuras y manejo de los sistemas de ventilación, utilización de mallas de sombreo o de productos de blanqueo en determinadas fechas, entre otros).
Los autores proponen también que durante las labores habituales de cultivo, tomar todas las medidas posibles para limitar las posibilidades de dispersiones secundarias (desinfecciones frecuentes de guantes y herramientas de corte, compartimentar las zonas de trabajo, etc.), medidas que son más importantes y eficaces cuanto más joven sea la plantación; y a la vez, adoptar medidas de buenas prácticas sobre otros virus y sus vectores, así como plagas, que pudieran acrecentar la severidad de los síntomas y daños.
“El virus rugoso del tomate; las bases para una estrategia integrada de manejo”
Autores: Antonio Monserrat Delgado Carmen Mª Lacasa Martínez Victoriano Martínez Alarcón Mª. Carmen Martínez Lluch Modesto Del Pino Pérez Mª Del Mar Guerrero Díaz Sandra Alcázar Carrasco Jerónimo Torres Corcuera Daniel Soler Cárceles
IMIDA, 2024 - https://www.imida.es/