El artículo aborda la situación actual y los desafíos del cultivo del cerezo, destacando su importancia económica a nivel mundial. España es el quinto productor mundial con más de 110.000 toneladas anuales.
La expansión del cultivo en España se refleja en una superficietotal de más de 29.000 hectáreas, concentrándose principalmente en Aragón, Extremadura, Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía.
La innovación varietal ha sido clave para el avance del cultivo, con una transición de variedades tradicionales a nuevas obtenciones que ofrecen mejoras en aspectos como firmeza, calibre y calidad gustativa.
Las variedades más cultivadas en España incluyen "Lapins", "Frisco", "Prime Giant", "Sweet Heart", entre otras, generando un amplio calendario de maduración desde abril hasta julio. El artículo profundiza en el reposo invernal del cerezo, esencial para su ciclo reproductivo. Se describen las fases de endodormancia y ecodormancia.
El cambio climático amenaza al cultivo del cerezo en muchas zonas, afectando la cantidad de frío invernal, provocando olas de calor y aumentando la presión de plagas. Se destaca la importancia de conocer las necesidades agroclimáticas de las variedades para garantizar su adaptación a cada zona de cultivo.
La polinización, llevada a cabo por abejas o abejorros, es necesaria para el establecimiento del cuajado del fruto. Se aborda la complejidad de la incompatibilidad floral en el cultivo, regulada genéticamente por el locus S.
Se presentan por un lado las variedades autocompatibles que no necesitan polinización cruzada ya que sus flores se pueden fecundar con su propio polen, y por otro los grupos de incompatibilidad de las variedades autoincompatibles que necesitan polinización cruzada para poder seleccionar las variedades compatibles polinizadoras. Finalmente, se describen los desafíos logísticos y de calidad que afectan a la maduración y vida postcosecha.
A pesar de los avances científicos que han permitido dar alternativas a muchos de los problemas del cultivo en las últimas décadas, nuevos desafíos emergen, como la resistencia a plagas, frutos resistentes al cracking y demandas cambiantes de los consumidores. La elección adecuada de la combinación patrón-variedad se presenta como clave, requiriendo una colaboración continua entre la investigación y el sector productor para identificar y solucionar problemas emergentes.