La tesis de Almudena Giménez en la UPCT demuestra el valor añadido de ciertos subproductos agroalimentarios e indica que su aplicación más adecuada es en forma de extractos de compost
El compostaje de residuos orgánicos y subproductos de la industria agroalimentaria puede contribuir a mejorar el rendimiento y la calidad de los cultivos y a favorecer el control biológico de patógenos, tal y como ha demostrado la tesis que
Almudena Giménez Martínez que ha defendido en la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT).
La investigación,
dirigida por Juan Antonio Fernández, Catalina Egea y José Antonio Pascual dentro del Programa de Doctorado TAIDA,
ha estudiado el uso como compost de estos residuos que generan problemas medioambientales y económicos, analizando su reutilización como fuente de nutrientes para los cultivos para mejorar la productividad de las cosechas y reducir el uso de fertilizantes y plaguicidas químicos, consiguiendo una agricultura más sostenible y promocionando la economía circular.
“El compost procedente de residuos agroindustriales y sus extractos biológicos puede ser considerado como un producto agrícola de valor añadido, que minimiza o limita la incidencia de patógenos y mejora la acumulación de compuestos nutricionales en lechuga y espinaca baby leaf”, resalta la nueva doctora por la UPCT.
Los investigadores de la escuela de agrónomos de la UPCT han estudiado el uso del compost como sustrato alternativo a la turba en cultivo hidropónico en bandejas flotantes, hallando un significativo aumento de la calidad nutricional, un aumento de las vitaminas y de la capacidad antioxidante, así como una disminución de nitratos en las hojas de estas hortalizas. Los compost también ejercieron un control de patógenos como
Pythium irregulare (que afecta a la raíz y al cuello de la planta) de una forma más efectiva que la turba.
Con respecto a las formas de aplicación de los extractos biológicos de compost, los resultados indican que una aplicación por microaspersión mejora la calidad de la lechuga y espinaca e incluso alargar su útil como producto mínimamente procesado, mientras que su aportación en la solución nutritiva mejora el crecimiento de las plantas y la productividad del cultivo.
Ensayos similares se hicieron en campo, adicionando a los compost o a sus extractos un microorganismo beneficioso denominado
Trichoderma harzianum. Los resultados mostraron un mayor rendimiento del cultivo y una mejor calidad nutricional del producto final.
Fuente: UPCT