El desperdicio de alimentos sigue siendo un problema global con consecuencias significativas a nivel económico, social y ambiental. De acuerdo con el estudio "Modelling the impact of shelf-life extension on fresh produce waste in UK homes", publicado en la revista Cleaner Waste Systems, el 60% de los residuos alimentarios en el Reino Unido provienen de los hogares, siendo las frutas y hortalizas una parte considerable de estos desechos. Esta situación no solo contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero, sino que también representa una pérdida de recursos utilizados en la producción y distribución de los alimentos.
El estudio evaluó diversas estrategias para extender la vida útil de los productos frescos y analizó la efectividad de los recubrimientos comestibles desarrollados por Apeel Sciences en frutas como naranjas, mandarinas y aguacates. Los resultados demostraron que la aplicación de estos recubrimientos puede reducir el desperdicio de alimentos entre un 3% y un 12%, dependiendo del tipo de producto. En particular:
Aguacates: Los aguacates con recubrimiento comestible extendieron su vida útil hasta en un 12% en comparación con los no tratados.
Naranjas y mandarinas: Estas frutas mostraron una reducción en el deterioro del 7%, disminuyendo la cantidad de desperdicio en los hogares.
Además de reducir el desperdicio de alimentos, los recubrimientos comestibles de Apeel Sciences presentan otros beneficios clave a lo largo de la cadena de suministro:
Mayor frescura y vida útil: Facilita la comercialización en mercados internacionales, reduciendo pérdidas durante el transporte y almacenamiento.
Disminución del uso de plástico: Al mejorar la conservación de los alimentos, se reduce la necesidad de envases plásticos para su protección.
El estudio también resalta otras estrategias para reducir el desperdicio de alimentos, como la eliminación de fechas de consumo preferente, el almacenamiento adecuado en refrigeradores y la reducción del uso de plástico. Sin embargo, muchas de estas soluciones requieren cambios en los hábitos de los consumidores o inversiones significativas en la cadena de suministro. En contraste, los recubrimientos comestibles de Apeel representan una alternativa sencilla y eficaz, ya que se aplican directamente en la fase de poscosecha sin alterar la experiencia del consumidor.
Los hallazgos del estudio respaldan la adopción de esta tecnología como una solución efectiva para reducir el desperdicio de alimentos a gran escala. Además, la combinación de recubrimientos comestibles con otras medidas, como la eliminación de fechas de consumo preferente y la optimización del almacenamiento, podría potenciar aún más su impacto en la reducción de desechos alimentarios.
De cara al futuro, se espera que un mayor número de empresas incorpore esta tecnología, extendiéndola a una variedad más amplia de productos frescos. La continua investigación y desarrollo en este campo permitirá perfeccionar los recubrimientos para adaptarse a distintos tipos de alimentos y condiciones climáticas, consolidando su papel en la sostenibilidad alimentaria.
Para conocer más detalles sobre la investigación, se puede acceder al estudio completo en: https://doi.org/10.1016/j.clwas.2025.100210.