Durante el año 2023 el número de notificaciones y alertas en alimentos recibidas a través del Sistema de Información Rápida europeo (RASFF) ha ascendido a un total de 4.205, de las cuales el 28% han sido alertas (1.177), el 38,5% notificaciones de información (1.614) y el 33,5% rechazos en frontera (1.414).
En cuanto al origen de los productos contaminados, destaca que la mayoría de las notificaciones tienen origen en Europa (44,5%) y Asia (31,5%), subiendo las notificaciones en el caso de Europa y bajando ligeramente en el caso de Asia en comparación con los datos del año anterior.
Los riesgos más destacados en las alertas en alimentos por orden de relevancia ha sido:
La contaminación química y por metales pesados también han aumentado, mientras que la contaminación física y las toxinas naturales se mantienen en porcentajes muy parecidos a los del año anterior.
Medias anuales referentes a los riesgos identificados
La Salmonella ha sido el riesgo identificado en el 58% de los casos. Por otro lado, la Listeria monocytogenes ha sido detectada en un 15% de los caso, estando los quesos, pescados ahumados y derivados cárnicos como principales causantes de las notificaciones.
Dentro de las micotoxinas, en el 57,5 % de los casos la contaminación ha sido causada por aflatoxinas, mayoritariamente en cacahuetes.
Los residuos fitosanitarios han supuesto el 95% de los casos, con el clorpirifos, prohibido en Europa, presente en más de un tercio de las detecciones. Los principales productos implicados son cítricos, pimientos y arroz.
Los más destacados son las sustancias prohibidas en complementos alimenticios y los alérgenos no declarados en el etiquetado. Entre ambas suman alrededor del 85% de las notificaciones.
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