El informe anual del RASFF 2022 declara un total de 3.921 alertas y notificaciones alimentarias. Los residuos de fitosanitarios son los que más notificaciones han provocado (25,5%) pero han disminuido con respecto al año año anterior
Durante el año 2022, el número de alertas alimentarias y notificaciones alimentarias recibidas a través del Sistema de Información Rápida europeo (
RASFF) ha ascendido a un total de 3.921 de las cuales el 28,5% han sido alertas, el 35,5% han sido notificaciones de información y el 36% rechazos en frontera.
En el origen de los productos contaminados, destaca que el 40% de las notificaciones tienen origen en Europa, algo más bajo que en el año anterior, y un 37% proceden de Asia, ligeramente más alto en este caso que en 2021.
Riesgos alimentarios más destacados
- Residuos de fitosanitarios: son los que más notificaciones han provocado (25,5%) habiendo disminuido con respecto al año año anterior.
- Contaminación biológica: 23,5%
- Fraudes: han aumentado con respecto el año anterior hasta el 19%
- Micotoxinas-biotoxinas: 14,5%
- Contaminantes químicos: 6%
- Mala higiene de los productos: 4%
- Metales pesados: 3,5%
- Contaminación física: 3%
Tanto la contaminación biológica, como micotoxinas, contaminantes químicos y físicos, se mantienen en niveles muy parecidos a los de 2021.
Como contaminante biológico, la
Salmonella ha sido el riesgo identificado en el 64% de los casos. Por otra parte, la
Listeria monocytogenes, presente en un 15% de los casos, se ha detectado en quesos, sobre todo quesos blandos y en pescados ahumados.
El 71,5% de los casos de contaminación por
micotoxinas han sido causados por aflatoxinas, siendo el cacahuete el producto implicado en el 38,5% de los casos de este tipo de alertas alimentarias.
Respecto a los
residuos de plaguicidas, los residuos fitosanitarios han supuesto el 95,5% de los casos. El clorpirifos, prohibido su uso en Europa, estuvo presente en más de un tercio de estas, al igual que diferentes plaguicidas en una misma muestra. Los principales productos implicados son cítricos, pimientos y arroz.
En el caso de los
fraudes, los más destacados son las
sustancias prohibidas en complementos alimenticios y los
alérgenos no declarados en el etiquetado. Ambas prácticas suponen el 75% de las notificaciones.
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