El comportamiento del kiwi en poscosecha depende, como en la mayoría de las frutas, de su calidad al ingreso del almacén. Es decir, aquellos frutos inadecuadamente cosechados (inmaduros, con daños mecánicos, etc.) tendrán una peor conservación poscosecha. Además, este fruto es extremadamente sensible al etileno. Para su conservación óptima, la concentración de este gas dentro de la cámara de conservación debe mantenerse lo más baja posible con un valor máximo de 30 ppb. Así, se evitará el ablandamiento acelerado de la pulpa y la incidencia de inclusiones blandas en el fruto. Para ello, se recomienda almacenar el kiwi solo o en cámaras aisladas, extremar las medidas de ventilación e, incluso, utilizar sistemas para eliminar el etileno. De esta manera, si se controla el etileno, es posible conservar en condiciones óptimas el kiwi hasta siete meses en frío convencional. Por otro lado, la atmósfera controlada retrasa la maduración y conserva la firmeza de pulpa.
El etileno es, por lo tanto, la variable clave para mantener la máxima calidad durante el período de almacenamiento de estos frutos. ABSOGER, fabricante francés especializado en atmósfera controlada, ofrece analizadores de etileno con una resolución de 1 ppb (+/- 0,1%). El analizador portátil EASI-1N permite medir la concentración de etileno en tiempo real y almacenar los datos internamente para una trazabilidad de las medidas. Su sensor se basa en un dispositivo electrocatalítico nanoporoso único y patentado que lo diferencia de los sensores electroquímicos estándar. El EASI-2N es su versión automática fija. Permite analizar y registrar los niveles de etileno de varias cámaras de forma simultánea y remota. Gracias a su precisión y alta tecnología, estas soluciones facilitan la toma de decisiones para la comercialización del kiwi.